El seguro forma parte de las acciones que se pueden realizar para la gestión de los riesgos, de hecho, es la opción más económica y eficaz.
Como parte de la gestión y administración de una empresa, está la labor de gestionar los riesgos. Contratar seguros e informarse de las coberturas que hay en el mercado es una de las maneras en las que se puede rebajar el grado de incertidumbre sobre el futuro, ganar en tranquilidad y poder tomar mejores decisiones sobre el futuro o el rumbo de nuestra empresa. Una gestión adecuada de los riesgos implica una combinación de diversas acciones dirigidas a la protección del patrimonio de la empresa. Algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo son:
- Prevenir la aparición de situaciones que causen daños.
- Mantener los bienes en las condiciones adecuadas.
- Ahorrar para subsanar los posibles daños futuros.
- Tener unos hábitos de vida saludables.
El seguro forma parte de las acciones que se pueden realizar para la gestión de los riesgos, de hecho, es la opción más económica y eficaz. Pero no hay que olvidar que ninguna de ellas, por sí sola, ofrece una seguridad completa. Si estás pensando en contratar un seguro para tu empresa, aquí tienes 10 recomendaciones para hacerlo:
- Conocer tu empresa. Se trata de saber cuál es la tolerancia y el apetito al riesgo de la compañía. Aquí figura el riesgo que está dispuesto a asumir la empresa.
- Definir una política integral frente al riesgo. La definición de esta política aporta coherencia, para no descuidar coberturas críticas.
- Romper el sistema uno apelando al dos, en cuanto a precio y coberturas.
- Diferenciar entre causas y consecuencias. Hay que tener presente qué cubren exactamente los seguros y contemplar sus causas y consecuencias.
- Romper los anclajes en primas y pólizas heredadas.
- Averiguar los riesgos sectoriales y transversales. Esto engloba los riesgos que afectan a la empresa, su entorno, su actividad y los riesgos genéricos que pueden presentarse en cualquier tipo de compañía.
- Medir.
- Poner el foco en las coberturas y no en pólizas.
- No confundir el mapa (seguros) con el territorio (riesgo) y que tampoco lo haga tu bróker. Hay que pensar que los seguros no protegen totalmente de los riesgos, por lo que hay que pensar primero en los riesgos y no en las pólizas de seguro.
- Establecer una gerencia y gestión de riesgos activa. La gestión de riesgos en la compra de seguros va permitir eliminar las emociones, mejorar la cultura de la gestión del riesgo, basarse en la mejor información disponible, minimizar pérdidas, ser activos e iterativos y ayudar a conseguir los objetivos.
Si tienes cualquier duda al respecto, consúltanos llamando al: +34 91 663 86 92
